La Biblioteca Laurenciana o Biblioteca Medicea Laurenciana es una de las bibliotecas más importantes de Florencia y de toda Italia. Es famosa por conservar aproximadamente 11.000 manuscritos, 2.000 papiros,43 ostraka,566 incunables,1.681 libros impresos en el siglo XVI,126.527 libros del siglo XVII a la actualidad, 592 publicaciones especializadas. Ciertamente la colección no supera en número al de otras importantes
bibliotecas del mundo, sin embargo, su valor excepcional lo compesa,
debido al número de manuscritos, antigüedad de éstos, valor filológico y
belleza. Fue construida en el claustro de la medicea basílica de San Lorenzo y patrocinada por el papa Clemente VII.
En 1534 la familia Médici decide crear una Biblioteca pública. El
proyecto se encargará a Miguel Ángel, que acometerá otras empreses por
encargo de esta familia.
La Biblioteca se proyecta con dos núcleos desnivelados: el zaguán,
vestíbulo o ricetto y el salón de lectura. Al principio, ambos estaban a
igual altura, pero después se cambió la idea. Se dispone con un gran
basamento con las puertas de acceso y ménsulas pareadas; sobre él va el
cuerpo principal, al nivel del salón de lectura, concebido en relación
inversa, con columnas pareadas dóricas rehundidas y paramentos
salientes, reforzados con vanos ciegos superpuestos, molduras, golas y
guirnaldas. El tercer piso es similar, pero con pilastras. El espacio de
acceso a la sala de lectura es un vestíbulo rodeado de por elementos
arquitectónicos (columnas, frontones, modillones) que no poseen ninguna
función constructiva sino sólo decorativa. Es un ámbito de reducidas
dimensiones en el que Miguel Ángel juega con la arquitectura para
impactar al visitante antes de acceder a la sala de lectura.
La escalera de acceso, exenta
y con todo el protagonismo, resulta de un medido juego óptico en la
distribución de los volúmenes en un espacio pequeño. En esta obra logró
la máxima fantasía, originalidad y virtuosismo en el uso de las
estructuras arquitectónicas y los elementos clásicos. La escalera, de
forma caprichosa y única, ocupa la mitad del vestíbulo, con tres rampas
que se unifican en el descansillo central, para acceder en un solo tramo
a la puerta de acceso al salón de lectura.
Éste, colocado una planta más arriba que el vestíbulo, es un largo y
diáfano prisma de techo plano de madera encasetonada y decorada.
Una gran obra de Miguel Ángel, grandioso pintor, escultor y arquitecto. Aquí combina la funcionalidad y la monumentalidad con la ornamentación. Algo realmente impresionante.
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